martes, 23 de octubre de 2012

Texto de la novela ''Drácula''

No hay duda de que existen los vampiros; algunos de nosotros tenemos evidencias de ello. Incluso, aunque no tuviéramos una prueba en nuestra propia y desdichada experiencia, las informaciones y los datos del pasado aportan pruebas suficientes. Admito que al principio fui escéptico. Si no hubiera sido porque a través de largos años me he entrenado para tener una mentalidad abierta, no habría creído hasta que llegó el momento en que los hechos golpeaban en mi oído: "¡Míralo! ¡Míralo! Lo probamos, lo estamos probando". Sin embargo, si hubiera sabido al principio lo que sé ahora --si al menos lo hubiera sospechado---, una vida preciosa para todos los que la queríamos no se hubiera perdido. Pero ya no tiene remedio y ahora debemos trabajar para que no perezcan otras almas, que podamos salvar.
   El nosferatu no muere como la abeja que ha punzado una vez. Sólo se hace más fuerte, y, por serlo, tiene aún más poder para el mal. El vampiro que está entre nosotros tiene como persona más fuerza que veinte hombres; su astucia es muy superior a la de los mortales, porque es una astucia que va creciendo con los siglos; tiene la ayuda de la nigromancia que es, como implica la etimología de la palabra, la adivinación por la muerte, y todos los muertos a los que pueda acercarse están a sus órdenes; es una bestia, más que una bestia; de una crueldad demoniaca y carece de corazón; puede, sin limitaciones, aparecer a su voluntad donde y cuando quiera, y en cualquiera de las formas que elija. Puede, en su área de acción, dirigir los elementos: la tormenta, la niebla, el trueno; tiene poder sobre las cosas más repugnantes: la rata, la lechuza y el murciélago, la polilla y el zorro, y el lobo; puede crecer o reducir su tamaño y puede, en ocasiones, desvanescerse y aparecer sin ser visto.

Definiciones:

     Desdichada: desdichado, da.
                1. adj. desgraciado (‖ que padece desgracias). U. t. c. s.

                2. adj. coloq. Sin malicia, pusilánime.



Escéptico: escéptico, ca.



               1. adj. Que profesa el escepticismo.

              2. adj. Que no cree o afecta no creer.


Perezcan:  perecer.




 1. intr. Acabar, fenecer o dejar de ser.



 2. intr. Padecer un gran daño, trabajo, fatiga o molestia de una                  pasión.

 3. intr. Padecer una ruina espiritual, especialmente la extrema de la eterna condenacion.


4. intr. Tener suma pobreza, carecer de lo necesario para la manutención de la vida.

5. prnl. Desear o apetecer con ansia algo.

6. prnl. Padecer con violencia un afecto o pasión.




Nosferatu: no muerto.



Astucia:   astucia.



1. f. Cualidad de astuto.

2. f. ardid (‖ artificio).



Nigromancia:  nigromancia o nigromancía.


1. f. Práctica supersticiosa que pretende adivinar el futuro invocando a los muertos.

2. f. coloq. Magia negra o diabólica.



Etimología:  etimología.


1. f. Origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su forma.

2. f. Especialidad lingüística que estudia el origen de las palabras consideradas en dichos aspectos.

~ popular.

1. f. Gram. Interpretación espontánea que se da vulgarmente a una palabra relacionándola con otra de distinto origen. La relación así establecida puede originar cambios semánticos, p. ej., en altozano, o provocar deformaciones fonéticas, p. ej., en nigromancia.





Ejercicio de redacción:




Una noche en un lugar muy feo lleno de ratas y gusanos, me encontré con uno de los monstruos que buscaba. Se quedo mirando para mi con cara de bueno y no fui capaz de cazarlo entonces lo cogí y me lo lleve para  mi casa, poco después me di cuenta de que tenía unos poderes muy distintos a los de otros monstruos que ya había conocido: sabía como hacer que una persona muy bella, un segundo después fuera una vieja muy arrugada y con muchas enfermedades; como hacer que un ladrón cuando robara 5 minutos mas tardes lo pillara la policía; etc... 
Pero de repente se puso muy enfermo y no pude curarlo y unos días después perdió sus poderes y una semana mas tarde se murió. Entonces yo lo llevé al cementerio de monstruos que tengo hecho y lo enterré junto a los otros monstruos que se me habían muerto.

                                         FIN




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